jueves, 4 de noviembre de 2010

Socialitos family club

Hace unos días estaba platicando con mi marido de las banalidades de la vida cuando me pregunto por un grupo de personas que nos invitaban muy seguido a reuniones y ahora ya no tanto, el decía que antes nos invitaban a mi ma y a mi y que desde que el fue ya no, tal vez fue mi culpa por que desde la vez que fui yo ya no volvieron las invitaciones.Yo le digo que tal vez es mía y aquí les va el por que: (como dice mi compadre siempre tengo una historia para todo jajajaja) como reza el dicho y conocido refrán a mi me gustan las cuentas claras y el chocolate caliente, ¿alguna vez han visto a House, si ese al que le apodan brutalmente honesto? Yo le di clases.
Seamos honestos el es un personaje y yo soy real, a  mi no me gusta que se quejen de sus problemas teniendo la solución en sus manos y un mal hábito que me dejo una amiga fue que las cosas como van, sin rodeos digo para eso son los amigos ¿no? Para decirte lo que otra persona por temor no te diría. Ellas se quejan de sus maridos y de sus hijos que si este trae a sus amigo a la casa, que si el otro no me ayuda con el niño, que si mi hijo no hace tarea, que si mi hijo le grito a mi hija que la odia pero ella es una bebe, etc., etc., etc. Pues fácil:: que quieres al marido en la calle toooooodos los días dile que no se la bañe pero tu ¡no manches!, pídele que te ayude, exígele que haga la tarea, castigalo! y son niños y bebes pero entienden corrigelos ahora no mañana por que entonces si ¡tendras problemas!
Para mi todo tiene solución menos la muerte que uno se quiera hacer pato pues bueno ¡alla tu! Pero no te vengas a quejar que no hay como resolver tus problemas, eso si como veo la paja en el ojo ajeno, veo la viga en el mio.
Le dije a M es mi culpa por esta bocota que Dios me dio, volteo me vio y me dijo tienes tooooda la razón esa boca que Dios te dio! jajajajajaja

poco sociable, no bocafloja jajaja

martes, 2 de noviembre de 2010

2 de noviembre

Tal vez suena feo pero me gusta el día de muertos, tal vez es mi sangre mexicana que me corre por las venas el querer celebrar la vida, pero no le hago el feo a la muerte.
Sufro con ella como todos los que pierden un ser querido, pero cuando llega el día de festejarla me gusta ir al campo santo y tomarme fotos en las tumbas de mi familia.
Los olores mezclados: a dulce, chile y grasa, el camino es largo, las lágrimas brotan, los sentimientos salen a flor de piel pero todo se recompensa al llegar y ver la tumba de los seres amados.
Recuerdas, revives a los que ahí están en memorias que nadie se llevará el cuerpo siguió su naturaleza el ciclo de la vida/muerte se cumple, pero los recuerdos esos nadie te los arrebata hasta el momento que te reunes con ellos; escalofriante pero real.
Adornas la tumba, platicas anécdotas sobre ellos con los más jóvenes que no tuvieron el privilegio de conocerlos en vida pero que llegan a sentirlos parte de su vida con las charlas que escucha en esos momentos lo sientes junto a ti y es ahí donde el es participe de las vivencias de los que ahí se encuentran les presentas a los retoños más jóvenes de la familia.
Una oración, la última lágrima antes de decirles hasta pronto, hasta luego, nos vemos en tu cumpleaños, el siguiente 2 de noviembre, ultimo vistazo y adiós.
Y lo sientes como si hubiera sido en ese momento ¿Recuerdas esa vez? ¿Cuando lo dejaste ahí? Y lloras por dentro y dices en voz baja te extraño.
Caminas a la salida y llenas el vació de tu corazón con el dulce sabor de un churro relleno de tu sabor favorito fresa, chocolate o cajeta
Y ¿saben que? ME ENCANTA EL 2 DE NOVIEMBRE

saben que están en mi corazón y los extraño cada día más Tío Paco  Abuelitos