martes, 2 de noviembre de 2010

2 de noviembre

Tal vez suena feo pero me gusta el día de muertos, tal vez es mi sangre mexicana que me corre por las venas el querer celebrar la vida, pero no le hago el feo a la muerte.
Sufro con ella como todos los que pierden un ser querido, pero cuando llega el día de festejarla me gusta ir al campo santo y tomarme fotos en las tumbas de mi familia.
Los olores mezclados: a dulce, chile y grasa, el camino es largo, las lágrimas brotan, los sentimientos salen a flor de piel pero todo se recompensa al llegar y ver la tumba de los seres amados.
Recuerdas, revives a los que ahí están en memorias que nadie se llevará el cuerpo siguió su naturaleza el ciclo de la vida/muerte se cumple, pero los recuerdos esos nadie te los arrebata hasta el momento que te reunes con ellos; escalofriante pero real.
Adornas la tumba, platicas anécdotas sobre ellos con los más jóvenes que no tuvieron el privilegio de conocerlos en vida pero que llegan a sentirlos parte de su vida con las charlas que escucha en esos momentos lo sientes junto a ti y es ahí donde el es participe de las vivencias de los que ahí se encuentran les presentas a los retoños más jóvenes de la familia.
Una oración, la última lágrima antes de decirles hasta pronto, hasta luego, nos vemos en tu cumpleaños, el siguiente 2 de noviembre, ultimo vistazo y adiós.
Y lo sientes como si hubiera sido en ese momento ¿Recuerdas esa vez? ¿Cuando lo dejaste ahí? Y lloras por dentro y dices en voz baja te extraño.
Caminas a la salida y llenas el vació de tu corazón con el dulce sabor de un churro relleno de tu sabor favorito fresa, chocolate o cajeta
Y ¿saben que? ME ENCANTA EL 2 DE NOVIEMBRE

saben que están en mi corazón y los extraño cada día más Tío Paco  Abuelitos

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